"Habitar una Isla" a través de la mirada de once fotógrafos de Fuerteventura
Anna Kuznetsova, Adela Rafaghelli, Lucas Velasco, Celibel Fernández Arocha, Carlos Novella, Enzo Sangiovanni, Daniela Schindler, Irma Gabernet, Carlos de Saá, Laura Gariglio y Marga Bethencourt, exponen en el Centro de Arte Juan Ismael hasta el 26 de abril
Los trabajos de once profesionales de la fotografía de Fuerteventura conforman la exposición 'Habitar una isla', inaugurada este viernes en el Centro de Arte Juan Ismael. Una muestra colectiva que recoge el resultado de los proyectos realizados a lo largo del 2024 en el marco del curso Proyectos fotográficos de autor (FLEJE), un curso de tutorización de proyectos impartido por el fotógrafo grancanario Rafael Arocha y promovido por el propio centro.
Las imágenes de Anna Kuznetsova, Adela Rafaghelli, Lucas Velasco, Celibel Fernández Arocha, Carlos Novella, Enzo Sangiovanni, Daniela Schindler, Irma Gabernet, Carlos de Saá, Laura Gariglio y Marga Bethencourt no solo reflejan su mirada crítica sobre la isla que habitan, sino que también crean un vínculo íntimo con el territorio mental, emocional y físico que les rodea.
En la inauguración de la muestra, estuvo presente el consejero de Cultura, Rayco León, quien definió la muestra como un reflejo de la riqueza y diversidad de Fuerteventura. La exposición podrá visitarse hasta el 26 de abril de 2025, con más de 200 imágenes realizadas por los once fotógrafos y fotógrafas, mayoritariamente en la isla majorera, cada uno desde sus orígenes y experiencias diversas.
Rafael Arocha, comisario de la muestra, explica que “los proyectos fotográficos son el resultado de una entrega apasionada y una mirada crítica de la Isla que somos, de crear un vínculo íntimo que resignifica, exclama y concierte en pregunta el territorio mental, emocional y físico que nos rodea”.
Memoria, sueños, la identidad de Fuerteventura...
La muestra acoge diversas temáticas como la memoria y la identidad de los barrios, el sentimiento de comunidad, los sueños de las personas migrantes, los vínculos emocionales con el paisaje y las tecnologías con las que relatamos el presente, entre otros. Esta muestra, que invita a cuestionar el ritmo frenético de las sociedades contemporáneas, se presenta como una reflexión sobre la complejidad y la incertidumbre del mundo.