Socorristas alertan: "No están seguros en las playas de Fuerteventura"

Torreta de Socorrismo en las Grandes Playas de Corralejo (Imagen de Archivo).

Un grupo de socorristas denuncia la situación “crítica” del servicio municipal(subcontratado) de Salvamento y Socorrismo de La Oliva. Hay pocos efectivos en activo, están en situación económico laboral precaria y tanto los profesionales como los bañistas, en riesgo ante una emergencia en las zonas de baño. Los profesionales instan a regularizar una profesión que no tiene convenio colectivo propio y exigen que se ponga el foco en el litoral de Canarias, con 1.500 kilómetros de costa que constituye el mejor reclamo para el éxito de la potente industria turística, 35,5% del PIB, principal motor económico de las Islas.


Ondea la bandera roja. El océano ruge, hay fuerte oleaje y corrientes poderosas. Los surfistas se adentran en el agua al igual que algunos bañistas imprudentes e intrépidos. La torreta de vigilancia está cerrada y no hay socorristas para prevenir del peligro ni socorrer.

Se trata de una imagen cada vez más habitual en algunas de las playas de La Oliva, sobre todo en el litoral que discurre desde la Playa de El Moro hasta el hotel Riu Tres Islas. También ocurre en fin de semana, en períodos de máxima afluencia de usuarios.  


Son las declaraciones que realiza un grupo de socorristas del municipio norteño para Fuerteventura Digital. Permanecen en el anonimato por posibles represalias. Algunos han tirado la toalla, otros continúan en activo reivindicando una mejora en este servicio. Un cambio que sin duda ayudará a salvar vidas, insisten.

El servicio de Salvamento y Socorrismo en La Oliva es “absolutamente precario”, recalcan. En las Grandes Playas, desde el hotel Riu Tres Islas hasta la Playa de El Moro “debería haber a diario 12 socorristas en temporada baja y 14, en temporada alta. En mayo, había días en los que no llegábamos ni a la mitad”, desvelan. 

Torretas sin vigilancia en El Burro, La Barreta y La Dormidera 

 

A la falta de efectivos se unen las precarias condiciones laborales que afectan a los profesionales que ejercen la labor bajo el mando de la empresa subcontrata adjudicataria del servicio en La Oliva. "Si las comparamos con las condiciones de los socorristas de piscina, con una titulación de Instalaciones Acuáticas mucho más corta y con un nivel de peligrosidad y estrés muy inferior, es exactamente igual", apuntan.

Las empresas que resultan adjudicatarias del servicio garantizan el cumplimiento de los pliegos en cuanto a recursos terrestres y de salvamento; como en este caso, la habilitación de motos de agua, quads, boogies y todoterrenos.

 

Un salario mínimo "por jugarnos la vida"

 

Condiciones que la empresa suele cumplir obligatoriamente, insisten. Su margen de beneficio explican, “viene de nuestros sueldos, pagan un Sueldo Mínimo Interprofesional por jugarnos la vida; es muy triste”, lamentan. Se está haciendo mucho daño por parte de las empresas que ven el salvamento como un negocio, “el negocio somos nosotros, los profesionales que arriesgamos nuestra vida en ocasiones y nuestro bienestar, es en nosotros donde ganan y su modelo de negocio sale rentable”, insisten.

La precariedad no solo redunda en la merma de los salarios sino que directamente influye en la calidad del servicio que se presta. Antes, recuerdan, “se hacía una selección de profesionales y se escogía a los mejores; ahora ya no hay gente interesada en trabajar en este ámbito altamente precarizado y devaluado por lo que el único  requisito exigido para contratar es estar en posesión de un Certificado de Profesionalidad, sin probar su valía.

Es una "temeridad total", advierten, por parte de la corporación local permitir, también, que haya solo un socorrista en una playa peligrosa o muy peligrosa. “Hay a veces hasta un solo socorrista para vigilar dos playas”, denuncian.

A juicio de este grupo de socorristas “se está intentando engañar al pueblo” por medio de propaganda y potenciando una imagen llamativa del servicio visibilizando vehículos, quads, boogies, motos, torretas, pero realmente el servicio es poco seguro, critican.” Se engaña y se traslada al pueblo un mensaje de seguridad que no existe, se está jugando con la vida de bañistas, turistas, vecinos y familiares”.

Joven atendido por el SUC tras ser rescatado del mar en El Cotillo. Imagen: 112 Emergencias

 Los profesionales del mar tienen claro que la clase política “está mirando hacia otro lado”, a pesar de que el litoral es el reclamo más importante de la vigorosa industria turística e instan a tomar medidas.

"Se está haciendo mucho daño por parte de las empresas que ven el salvamento como un negocio, el negocio somos nosotros, los profesionales que arriesgamos nuestra vida en ocasiones y nuestro bienestar, es en nosotros donde ganan y su modelo de negocio sale rentable”

Y es que, los datos indican que las cosas se están haciendo mal en Canarias, “aunque se está reflejando de manera muy grave aquí”, subrayan. Un total de 71 personas perdieron la vida en Canarias en 2023 por ahogamiento, el doble que por accidentes de tráfico; 12 de ellas en Fuerteventura. En lo que va de año, la cifra es de 27 en el archipiélago y 4 en Fuerteventura. El último fallecido, en Corralejo, La Oliva.

Los profesionales instan, a profesionalizar y a regularizar una profesión que no tiene convenio propio y que se regula bajo el paraguas del convenio de gimnasios e instalaciones deportivas.

Exigen la aplicación de convenios semejantes al aprobado en Cataluña de socorrista en Espacios Acuáticos Naturales. Un marco laboral más adecuado y acorde a un servicio que debiera ser una prioridad en una Comunidad Autónoma con más de 1.500 kilómetros de costa y el turismo como motor económico principal.