Pseudoterapias en auge, un problema de salud pública para las autoridades sanitarias
¿Gotitas de limón? ¿Disfraz de frambuesa? ¿Una bufanda blanca? Las seudoterapias pueden ser inútiles y peligrosas y en ningún caso deben sustituir a tratamientos basados en evidencia científica sólida y rigurosa.
Este es el mensaje que ha lanzado el Ministerio de Sanidad dentro de su campaña #EsPopularPeroNoCiencia, cuyo objetivo es concienciar a la ciudadanía sobre los riesgos de prácticas sin base científica que comprometen la salud pública.
Tras varios años en que la confianza ciudadana en las autoridades sanitarias, se vio mermada por la gestión de la pandemia, aparece el lanzamiento de esta campaña que cuenta con su propia web, www.saludconevidencia.es, un recurso accesible que ofrece información fiable y orientación para diferenciar entre tratamientos validados y métodos que carecen de respaldo científico.
Las pseudoterapias, según explica el Ministerio, suelen presentarse como soluciones simples a problemas de salud complejos, apelando a emociones y aprovechando el desconocimiento. Esto puede provocar que las personas abandonen o retrasen tratamientos efectivos, exponiéndose a riesgos graves. A diferencia de los medicamentos y productos sanitarios reales, que deben superar rigurosos controles de calidad, seguridad y eficacia, las pseudoterapias no cuentan con ninguna evaluación objetiva.
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La ciencia es fundamental para garantizar la seguridad de los tratamientos. El método científico compara los efectos de una terapia con los del placebo para demostrar su eficacia real, algo que las pseudoterapias no hacen. Basarse en testimonios personales, que pueden estar influidos por el efecto placebo o la evolución natural de una enfermedad, supone un riesgo para la salud, según los expertos.
El Ministerio también ofrece herramientas para combatir los bulos de salud en internet, como verificar fuentes, desconfiar del lenguaje alarmista o consultar siempre con profesionales sanitarios. Además, recuerda que las terapias reales se basan en ensayos clínicos rigurosos, mientras que las pseudoterapias no están respaldadas por datos objetivos, exponiendo a las personas a riesgos médicos y legales.
Con esta campaña, Sanidad y la Agencia Española del Medicamento (AEMPS) reafirman su compromiso con la evidencia científica y la educación sanitaria, promoviendo un acceso seguro a tratamientos efectivos y fiables.
Terapias reales vs. pseudoterapias
Las terapias reales están respaldadas por ensayos clínicos con cientos o miles de personas, demostrando su eficacia y efectos secundarios en estudios controlados. Además, los pacientes reciben información clara para decidir sobre su tratamiento y cuentan con garantías legales.
En contraste, las pseudoterapias carecen de evidencia científica, se basan en testimonios personales y no ofrecen protección legal ni médica a quienes las utilizan, exponiéndolos a riesgos graves.
Cómo identificar un bulo de salud en internet
Los bulos de salud pueden confundir y ser peligrosos. Para detectarlos:
- Verifica la fuente: Busca información en organismos oficiales como la OMS o centros médicos reconocidos.
- Desconfía del lenguaje alarmista: Promesas exageradas como "cura milagrosa" suelen ser falsas.
- Consulta con expertos: Antes de seguir un consejo en línea, acude a un profesional sanitario.
- Evita compartir información no verificada para frenar la propagación de desinformación.
El efecto placebo y las pseudoterapias
El efecto placebo puede dar una falsa sensación de mejoría, pero no cura enfermedades. Surge cuando alguien cree que un tratamiento funcionará, incluso si carece de efectos reales.
Aunque algunas pseudoterapias parecen funcionar temporalmente, la mejora suele deberse a la evolución natural de la enfermedad o al alivio emocional. Sin embargo, depender de ellas puede retrasar diagnósticos y tratamientos efectivos, poniendo en riesgo la salud.