Gran Tarajal recibió a más de 35.000 personas a largo del fin de semana para disfrutar del Festival Arena Negra, según las cifras del Cabildo de Fuerteventura, una “asistencia récord” que ha confirmado la capacidad de convocatoria de los artistas del cartel.
Manuel Carrasco, que venía de llenar el Bernabéu, consiguió el pico de asistencia, con el público abarrotando la playa hasta prácticamente la mitad de la avenida marítima de la localidad. Carrasco trajo los temas de su último álbum Corazón y Flecha, e incluso dedicó una copla a Fuerteventura que arrancó diciendo: “Señores contarles quiero lo más lindo de una historia, que bien guarde la memoria el valor del majorero”.
Nil Moliner ofreció su mezcla de géneros latinos y afrobeat, en una noche que abrió la cálida voz de Marta Santos, y cerraron los ritmos enérgicos de Muyayo RIF. La noche había llegado tras una jornada calurosa, que el público disfrutó alternando un bañito en la playa, cerveza fresca, y los grupos del festival de día en el escenario pequeño.
Saylen cautiva al público de casa en el festival de día
Sergio Falcón, director artístico del festival, explicó a Fuerteventura Digital que la idea de la Consejería de Cultura del Cabildo era “potenciar el festival de día. De ahí la elección de Tanxugueiras para la tarde del sábado”. El festival diurno arrancó con Orquesta Informal, y los locales Saylen y Marta Umpiérrez. Saylen, natural de Tuineje, cumplió con su gente con una actuación de nivel.
Allí mismo, la presidenta del Cabildo, también vecina de Tuineje, destacaba la importancia que tiene la celebración del festival para el municipio y para Gran Tarajal. “Es un revulsivo económico”, decía Lola García. La inversión se justifica "no sólo para los comercios y la restauración local, sino también porque en la parte de organización, son empresas de Fuerteventura las que se encargan del apartado técnico, el montaje, la seguridad…”.
El público que asiste a un festival como este no es solo de Fuerteventura. Había gente llegada de Lanzarote, Tenerife, Gran Canaria, e incluso de la península. La petición de cuidar el entorno se cumplió en gran parte, pues el público en general se comportó en la avenida, la playa y la zona de aparcamientos, y ayudaron también la cantidad de contenedores, servicios y equipos de limpieza que recorrían la localidad.
“La sensación es que hemos doblado las cifras del viernes en ediciones anteriores”
- Sergio Falcón, director artístico del festival
La jornada del viernes había arrancado en la playa, con la presentación a cargo de las autoridades, y la presencia de José Manuel Casañ, líder de Seguridad Social, quien destacó la forma en que “las personas de Fuerteventura cuidan de esta playa de Gran Tarajal, un lugar emblemático como ya lo es también el Festival Arena Negra”.
También intervino la alcaldesa de Tuineje, Candelaria Umpiérrez, destacando la importancia de un evento de gran impacto económico para la localidad y para toda Fuerteventura, “que nos brinda la oportunidad de compartir música y cultura con personas de dentro y fuera de la Isla”.
La primera cerveza del viernes corrió a cargo de Paul Alone, y con la llegada de Seguridad Social, el público ya llenó la playa hasta el control. Con Gente de Zona, Gran Tarajal entero vibró con los ritmos latinos de los cubanos, una gran banda que ofreció el mejor concierto de una noche que cerró La Ganga Calé, poniendo el broche multicultural a la velada. “La sensación es que hemos doblado las cifras del viernes en ediciones anteriores”, decía en el backstage Sergio Falcón, director artístico del festival.
El Cabildo de Fuerteventura ha solventado con la asistencia el hecho de haber asumido la organización del festival en lugar del Ayuntamiento de Tuineje. La institución insular ha contado con la colaboración del propio consistorio, que además de colaborar en materia de seguridad con la Policía Local, aporta 20.000 euros, y el apoyo también del Gobierno de Canarias desde la Consejería de Cultura para sacar adelante el evento.
El presupuesto del festival se sitúa en torno a los 1,2 millones de euros, una inversión que las instituciones que lo promueven defienden, porque retorna a la economía de la isla y del municipio.