Desde hace nueve ediciones, se viene consolidando en Fuerteventura el Potaje Científico, un evento único en su género por su propuesta y formato, unificando en un mismo espacio las voces de científicos y expertos en diferentes materias, con el conocimiento que aportan los productores y gentes del campo.
Las temáticas este año fueron las gavias como elemento único en el mundo para la captación de agua y conservación del suelo, y el camello canario como un testigo de nuestra historia, pero también con un valor incalculable para relanzar su ganadería y la explotación de su leche.
La impulsora del evento, Sofía Menéndez, periodista especializada en temáticas ambientales, recordó para Fuerteventura Digital cómo todo comenzó en 2016, con la idea de "visibilizar la importancia del suelo y, desde entonces, ha evolucionado para convertirse en un homenaje a nuestras raíces”.
El IX Potaje Científico se celebró este sábado, como siempre, en Raíz del Pueblo, en La Oliva, con una nutrida asistencia de público, que no faltó a su cita con la reflexión y el aprendizaje, y en esta ocasión, dentro de las actividades de la Semana de la Ciencia y la Innovación de la ACIISI.
Gavias: la cosecha del agua
Un experto de prestigio internacional como Ildefons Pla Sentís, profesor Emérito de la Universidad de Lleida, consultor de la FAO durante más de 20 años y presidente de la Organización Internacional para la Conservación del Suelo (ISCO), destacó en su intervención la eficacia única de las gavias de Fuerteventura como sistema agrícola para la "cosecha del agua".
“No hay en el mundo un espacio más eficaz que las gavias para recuperar el agua y aprovechar cada gota que cae”, destacó Menéndez de la ponencia que Pla Sentís ofreció junto a otro experto en suelos, el geólogo edafólogo majorero Juan Miguel Torres. Las gavias son un valioso patrimonio agrícola, que se debe proteger frente a la amenaza de infraestructuras modernas como parques solares o proyectos turísticos.
Juan Miguel Torres propuso integrar tecnologías como la desalinización para complementar el sistema de gavias en épocas de escasez hídrica. Según Torres, “la combinación de tradición y tecnología puede garantizar la sostenibilidad agrícola en la isla”.
El potencial de recuperar el camello canario
El camello canario centró buena parte de la jornada, con las intervenciones del veterinario de Lanzarote Francisco José Fabelo Marrero, el lingüista majorero Pedro Ravelo Robayna, el camellero Fernando Roger Hernández, y la presidenta de la Asociación de Criadores del Camello Canario, Guacimara Cabrera, que expuso también los últimos avances del Centro Drome Milk.
En el marco del Año Internacional de los Camélidos, Francisco Fabelo Marrero resaltó la importancia histórica del dromedario para la economía y cultura canaria, una especie adaptada a durísimas condiciones y que supone un símbolo de resiliencia en las islas.
Guacimara Cabrera invitó por primera vez al público a probar la leche de camella desde la puesta en marcha del proyecto Drome Milk. Con una granja camellar de 400 ejemplares de camello majorero, treinta años después de que su familia rescatara la raza a partir de cuatro ejemplares, la producción homologada de esta leche tan apreciada y sus derivados está más cerca de ver la luz.
La presidenta de los criadores de camello canario expuso los valores de esta leche que en el imaginario popular ha tenido connotaciones curativas, casi mágicas, y que ahora la ciencia comienza a constatar:
“Una taza de leche de camella, 250 mililitros, equivalen a siete sardinas con hueso, a un plátano canario y, en proteína, a un huevo cocido”, subrayó. Además, tras la polémica reciente en redes sociales, defendió los paseos turísticos como una actividad que ha permitido el sustento de la especie. Según Cabrera, “con bienestar animal, como ocurre con la equitación, se puede realizar esta actividad con normalidad”.
Por su parte, Jacob Negrín, agricultor de Casillas de Morales, presentó su experiencia piloto con el uso de estiércol de camello como fertilizante. Aunque aún no existen estudios científicos que lo avalen, Negrín compartió observaciones positivas sobre los resultados en sus cultivos, destacando el potencial de esta práctica agrícola sostenible.
Un potaje de etnografía y territorio
Otros apartados del Potaje de este año sirvieron para reivindicar la protección del territorio y poner en valor el papel de la mujer rural. Acompañados del timple de Domingo Rodríguez "El Colorao", los versos de Domingo Umpiérrez "El Cuco" ofrecieron un homenaje a Emerenciana Oramas, agricultora y vecina de La Asomada:
<<Quien conozca la labranza, como Doña Emerenciana,
se llena cada mañana de leche y gofio su panza.
Pero hoy es la garbanza la que ocupa su lugar.
Vengan sin desayunar a este hermoso homenaje,
Y a "jartarse" de potaje con buen queso del lugar.>>
Este IX Potaje Científico tuvo lugar dentro de la Semana de la Ciencia y la Innovación que organiza la Agencia Canaria de Investigación, Innovación y Sociedad de la Información. El director de la ACIISI, Javier Franco, estuvo de acuerdo con los planteamientos de la jornada.
"Hay que hacerle más caso a nuestros científicos"
Javi Franco, director de la ACIISI
"La ciencia debe estar al servicio de nuestra economía, de nuestra sociedad, y fundamentalmente de nuestro territorio. Hay que hacerle más caso a nuestros científicos, y lo tenemos que hacer nosotros, los políticos, desde la administración. No es posible el desarrollo sin un equilibrio con nuestro entorno, eso es con lo que yo me quedo".
Con la vista puesta en su décima edición en 2025, Sofía Menéndez adelantó que el próximo año será una celebración aún más ambiciosa: “Tendremos que tirar la casa por la ventana".