Una bebé pierde a su madre en el mar tras ocho días a la deriva en el Atlántico
El testimonio de los supervivientes del cayuco ha permitido descubrir la existencia de esta segunda víctima, tras el hombre cuyo cuerpo todavía estaba a bordo en el momento del rescate por parte de Salvamento Marítimo
14 de mayo, Las Palmas de Gran Canaria, (EFE).- Se eleva a dos cifra de personas migrantes fallecidas en el cayuco que este pasado lunes fue rescatado por Salvamento Marítimo en medio del Atlántico, a 280 kilómetros de Gran Canaria.
Una de las bebés perdió en la travesía a su madre, que falleció y fue arrojada al mar por sus compañeros. Según han informado a EFE fuentes de los servicios de emergencia, el testimonio de los supervivientes del cayuco ha permitido descubrir la existencia de esta segunda víctima, pues ya se conocía la muerte del hombre cuyo cuerpo todavía estaba a bordo cuando llegó la Guardamar Talía.
La pequeña desembarcó en el muelle de Arguineguín en brazos de una familiar de su madre, que corroboró a las asistencias lo ocurrido.
De acuerdo con lo que han contado varios de los supervivientes (170 personas, entre ellos 23 mujeres y siete niños), el cayuco había salido ocho días antes desde M'Bour, en Senegal, localidad que dista algo más de 1.500 kilómetros de la isla de Gran Canaria.
Según adelantó la agencia EFE, el cayuco fue localizado el lunes por la mañana por un avión del servicio de vigilancia marítima de la Guardia Civil, que avisó a Salvamento Marítimo.
Antes de que llegara desde Arguineguín el barco de rescate, los migrantes recibieron ayuda del petrolero kuwaití Al Bateen, que permaneció a su lado hasta ese momento por petición de las autoridades españolas.
El capitán de ese mercante informó a Salvamento de que el cayuco estaba parado en el océano, sin propulsión, en condiciones de marejadilla (olas de hasta medio metro).
Por el momento, se desconoce cuánto tiempo llevaba así y si ya se encontraba a la deriva. Muchos de sus ocupantes necesitaron ayuda para caminar al desembarcar en el muelle de Arguineguín, porque llegaron débiles y agarrotados, según presenció