Nací sirena y mi propósito de vida es sonreír. Es la presentación de Lary León, periodista y escritora que sube al escenario en el II Encuentro de Personas Vitamina, promovido en Puerto del Rosario por la Fundación Chekipa.
Su sonrisa ilumina la cara y apenas deja sitio para vislumbrar las dos aletas y cola que suplen sus dos brazos y una pierna.
Vino a la vida así, diferente, para sorpresa de unos padres que no cayeron en la tentación de una sobreprotección en la infancia.
Lary jugaba con hermanos y amigos, era casi siempre el centro de atención, blanco de muchas bromas y las preguntas sobre su cuerpo eran una constante. Hasta que un día respondió: “soy así porque en otra vida fui sirena”. La respuesta, como su actitud de vida, hace sonreír al público. Es el arma secreta de Lary, determina su actitud y dibuja claramente su propósito de vida, según confiesa.
Las palabras brotan en el escenario emocionando a los cientos de asistentes a los que se dirige explicando, “cada uno tenemos un talento y una pasión, y cuando no tienes unas herramientas, tienes otras”. Lo más bonito es no quedarse con las que no tienes, sino en potenciar las que tienes.
Por eso, se centró en potenciar su sonrisa, “me salía como algo muy natural y experimento que, desde muy pequeña, mi sonrisa movía, movía diferentes emociones y sentimientos, y me quedé con eso”, subraya. Es una herramienta muy valiosa, explica, que agradece profundamente y que ayuda a otras personas a moverse y a creer en sí mismas.
También hace hincapié en la importancia de la motivación, que no tiene por qué venir del exterior. “Creo que lo importante es motivarse a uno mismo, hablarse bien, quererse, permitirse también los momentos vulnerables o los errores que podemos cometer…y sacar nuestra mejor versión”.
Al igual que casi todos los ponentes del Encuentro de Personas Vitamina, Lary tuvo un importante apoyo en su entorno familiar. “Mis padres creyeron en mi desde el minuto uno”, confiesa, aunque también “siempre me han dicho que creían en mí porque yo les transmitía que creía en mi”. La suma de energías, crear el ambiente propicio, ayuda a desarrollar capacidades y talentos para hacer frente a las distintas situaciones que se puedan producir.
“Cada uno tenemos un talento y una pasión, y cuando no tienes unas herramientas, tienes otras. Lo más bonito es no quedarse con las que no tienes, sino en potenciar las que tienes"
Lary tiene un mensaje especial para los más pequeños. Y es que, ser diferente no es mejor ni peor. Pensar que uno es diferente es una limitación, una idea que no es acertada, insiste, “porque ser diferente te hace único, y cuando tú eres único puedes marcar la diferencia con el resto y servir de guía a otras personas que se sienten diferentes y se sienten solas”. Por lo tanto, esa parte de ser diferente “es una oportunidad para mostrar y compartir con el resto que las cosas se pueden hacer de mil maneras. Siempre que se hagan desde el corrazón, bien hechas están”.
Así lo refleja la periodista también en el libro “Lary, el tesón de una sirena” que escribió junto a su compañero de vida, Xabier Bergad. Comparten existencia y dos niños que adoptaron hace cinco años. Uno de ellos, también tiene cola de sirena.
Para concluir, Lary destacó la experiencia "muy enriquecedora" que le ha supuesto participar en el II Encuentro de Personas Vitamina, promovido en Fuerteventura por la Fundación Chekipa.
"La vitamina está en cada segundo pero no solo en el escenario, sino también en toda la gente que escucha, que te mira, que se emociona en el momento en el que yo estaba en el escenario ha sido precioso porque he visto a mucha gente emocionada. He visto gente reír. He visto gente llorar, y todo esto culmina en abrazos y palabras de agradecimiento". Ha sido un encuentro muy enriquecedor, concluyó.
