Las manifestaciones celebradas en Canarias y otros puntos del territorio nacional han lanzado un mensaje claro abogando por un cambio de modelo turístico y socioeconómico para las islas. Todos los medios nacionales importantes se han hecho eco de las protestas, como también agencias, televisiones y diarios internacionales de primera línea han reflejado que "no es un mensaje contra el turista, sino contra un modelo turístico que no beneficia a este país y que debe cambiarse", dijo a Reuters uno de los manifestantes durante la marcha en la capital de Tenerife, Santa Cruz de Tenerife.
“El turismo es esencial para la economía de las islas. La industria representa el 35 por ciento de la producción económica y asegura el 40 por ciento de los puestos de trabajo. Pero sólo unos pocos se están beneficiando del auge. De las 17 comunidades autónomas de España, (...) las Islas Canarias son la segunda más pobre”, reportaba la alemana ZDF. Entre todos los testimonios recabados por The Guardian, BBC, Reuters, France 24, Euronews, Al Jazeera, ZDF, Sky News…, no aparece uno solo que ataque al turismo en sí, ni mensaje alguno contra mercados turísticos concretos.
De este modo, la realidad de las protestas ha hecho caer, de manera incontestable, las narrativas que medios británicos han difundido masivamente durante los meses y semanas previas a la convocatoria, llegando incluso a plantear un boicot turístico a Tenerife, como hizo a principios de mes Good Morning Britain, magazine televisivo con audiencias de millones de espectadores, un millón de seguidores en X (Twitter), y 1,2 millones de suscriptores en YouTube.
Pese al empeño de los anfitriones del show, Kate Garraway y Adil Ray, de ridiculizar las protestas -solo “el turismo británico aporta seis mil millones de libras al turismo de Tenerife, algunos pueden consideran descarado culpar a los turistas”, expone Ray-, su corresponsal Nick Dixon le explica que “por supuesto, aquí no hay nadie esperando a los turistas en el aeropuerto para decirles que se den la vuelta. Los canarios son genuinamente hospitalarios. Lo que ocurre aquí es un sentimiento de que las islas se están resquebrajando bajo la presión del turismo masivo”.
Igualmente, les explica Brian Harrison, afincado en Tenerife desde hace más de 30 años, que los mensajes y graffitis con mensajes anti-turismo, no están a la vista, “sino que tienes literalmente que ir a buscarlos para poder verlos”. Y es que una parte importante de los tabloides británicos se han esforzado por difundir el discurso de la turismofobia.
La prensa anglosajona, especialmente aquellos diarios con los discursos más sensacionalistas, han mostrado su ofensa ante las pintadas con las que ilustran sus portadas, llegando a instar a dirigentes canarios como Fernando Clavijo, Dólares Corujo, o Jessica de León, a pedir disculpas. A su entender, cuando la consejera habla de “promover un turismo de calidad”, se refiere a que el turismo británico no la tiene.
Y es que son estos mismos mismos medios de comunicación, en mucha mayor medida que los locales, quienes se ensañan con el tema, al difundir uno tras otro cada nuevo episodio en que alguno de sus compatriotas se emborracha hasta la extenuación, la lía un avión, o monta una pelea en la calle.
De hecho, la vergüenza que les producen estas noticias se ha convertido en un debate nacional allí, donde tabloides y talk shows hablan abiertamente del comportamiento de quienes llaman "chavs", este término tan profundamente despectivo con el que se refieren a sus vecinos y vecinas de clase trabajadora.
Frente a esa narrativa de los medios de comunicación de masas, también varios creadores de contenido de viajes, o residentes en las islas, han salido públicamente a desmentirlo. En sus canales de YouTube, The Knightstrider con cerca de 80.000 suscriptores, o TravelOnWorld, con casi 20.000, han defendido la hospitalidad de los canarios, o han salido a hablar con vecinos y empresarios locales para demostrarlo.
¿Hasta dónde llegarán las demandas?
Las manifestaciones celebradas este 20A bajo el lema "Canarias tienen un límite", han superado las expectativas de asistencia y repercusión previstas, congregando a entre 50.000 y 100.000 personas, según sean fuentes oficiales o de los convocantes, no sólo en Canarias, sino en sino también en otras comunidades como Madrid, Barcelona o las islas Baleares.
Si bien en Fuerteventura, la afluencia quedó lejos de otras protestas como las de la Sanidad Digna, en 2016, o las de rechazo a las prospecciones petrolíferas, en 2014, la convocatoria alcanzó una notable concurrencia.
Queda por ver si las demandas comunes de las distintas protestas, una moratoria turística y vacacional, la implantación de una ecotasa, o la regulación de la compra de viviendas por parte de personas no residentes, tendrán respuesta desde las autoridades canarias. Por lo pronto, el ejecutivo canario ya se ha lanzado a regular el turismo vacacional, y poner coto a la especulación con la vivienda por capitales o personas extranjeras es algo que Bruselas ya ha rechazado ante el mismo planteamiento de la comunidad balear.