Marco Rodríguez, presidente de Entre Mares

“África nos ofrece a sus jóvenes, cualquier persona inteligente vería una oportunidad, no un peligro”

La asociación socio cultural Entre Mares cumple diez años ofreciendo información y atención a las personas migrantes para favorecer su integración en la Isla. Su presidente Marco Rodríguez, cuenta cómo fueron los inicios, en una entrevista en Fuerteventura Digital, con el director de la casa, Janey Castañeyra, y la colaboradora Pía Peñagarikano.
Marco Rodríguez, presidente de la Asociación Sociocultural Entre Mares.
Marco Rodríguez, en Fuerteventura Digital

Más de 5.000 personas atendidas en 10 años

La asociación sociocultural Entre Mares cumple una década de compromiso con las personas migrantes. Tras el cierre del Centro de Información a Trabajadores Extranjeros, CITE, de CCOO en 2014, un grupo de personas vinculadas al servicio se unió para seguir atendiendo “a esas personas que llegaban con la intención de instalarse en la isla y acceder al mundo laboral como una manera principal de integración en la sociedad majorera y en la sociedad canaria”.

Así lo explica el presidente de Entre Mares, Marco Rodríguez, en una entrevista en Fuerteventura Digital donde hace balance de los diez años transcurridos en los que se ha convertido en la única entidad majorera que ofrece información oficial y gratuita a las personas migrantes que llegan a la Isla. La mayoría lo hace en avión. Muchos usan su pasaporte. Otros, ni siquiera lo necesitan. A lo largo de diez años, la asociación suma más de 5.000 personas atendidas.

El origen de quienes han migrado a las Islas Canarias se sitúa, en la inmensa mayoría de los casos, en países latinoamericanos; “en una manera muy superior a cualquier nacionalidad africana, incluida la marroquí”, subraya.

 

Transcurridos tres meses desde su entrada por el aeropuerto, pasan a estar en situación administrativa irregular. Un contexto que mayormente desconocen y que se vuelve difuso a falta de información veraz y excesivos bulos. Así, muchos se acercan a Entre Mares directamente y otros, son derivados de los servicios sociales de los ayuntamientos o desde el propio Cabildo.

En la oficina, hacen cola a la espera de que la técnico, María Greco, les ofrezca un asesoramiento riguroso y acorde a su situación.

La especialista recopila de forma exhaustiva los datos que recaba a diario e informa de todos los mecanismos administrativos que existen, de todos los recursos sociales al alcance de esa persona en esa situación determinada. “Se arman los expedientes de tal forma que se recopila toda la información posible y que puede ser valiosa en un momento dado”, asegura.

Unos documentos que pone a disposición no solo de las administraciones con las que colabora a todos los niveles, sino también de organismos como Amnistía Internacional que valora especialmente el trabajo que realiza Entre Mares y que no tiene apenas réplica en el resto de islas.

Con los datos, Entre Mares contrarresta un discurso que genera confusión en la sociedad y entre los propios migrantes. Políticas de desinformación, recalca, “hechas de una manera muy precisa; están orquestadas, no son espontáneas”, subraya.

Rodríguez deja claro que la extrema derecha “le dedica mucho dinero y financiación a ese tipo de desinformación” e insta a la ciudadanía a cuestionarla.

Destaca los “problemas sangrantes de las personas a las que se alarga mucho su situación de irregularidad. Carecen de los derechos de los regulares y se encuentran con problemas en atención sanitaria, escolarización, la falta de un trabajo legal…”.

El presidente de la entidad no esconde que, en ocasiones, la colaboración institucional no resulta sencilla. “Nosotros aceptamos las derivaciones de estas personas, intentamos resolver pero luego, cuando necesitamos que esas administraciones nos den respuesta, en muchas ocasiones, esa respuesta no se produce o no se produce de la manera que creemos nosotros que debería hacerse”.

Entre Mares documenta de forma exhaustiva los datos relativos a todas las personas migrantes y retornadas a las que atiende y los pone a disposición no solo de las administraciones con las que colabora a todos los niveles, sino también de organismos como Amnistía Internacional que valora especialmente el trabajo que realiza la asociación y que no tiene apenas réplica en el resto de islas

 

Rodríguez valora que, en general, la integración social en Fuerteventura “es buena” pero echa de menos “políticas decididas de las administraciones para mejorar la integración de las personas migrantes”.

A la falta de proyectos e iniciativas en esta línea, se suma la falta de financiación al propio servicio, a pesar de que Entre Mares atiende a las personas derivadas por las propias instituciones.

El Cabildo colabora en parte y con una cantidad pequeña, el Ayuntamiento de Puerto del Rosario.

El resto de las corporaciones locales majoreras, a través de sus servicios sociales, deriva a sus vecinos para que sean atendidos por la asociación pero no realizan aportaciones económicas “por no tener sede en el propio municipio”.

 

 Diez años reclamando: “No más muertes en el mar”

no mas muertes
Concentración de Entre Mares

Entre Mares también realiza una labor dirigida a visibilizar el drama que supone la utilización de la ruta canaria a falta de vías seguras para los migrantes. Denuncia de forma reiterada las políticas migratorias de la Unión Europea. Una Unión, subraya, que sobre todo a partir de 1992, “comienza a levantar muros y convierte a Canarias en una frontera física difícil de franquear”. Desplegando el Frontex en el mar, prosigue, se establece un muro que impide el tránsito natural que siempre se había producido entre África y Canarias.

Precisamente, la asociación conmemoraba hace escasas fechas que el inicio de la ruta canaria y y el primer naufragio de patera del que se tenga constancia en aguas cercanas al archipiélago, en el litoral de Morro Jable, en Fuerteventura. Ocurría el 26 de julio de 1999.

Desde entonces, se estima que más de 21.000 personas hayan podido perder la vida en un mar convertido en cementerio líquido, como denuncian las organizaciones en defensa de los derechos humanos.

Entre Mares critica esa `Europa Fortaleza´ que aboca a las personas a un viaje al que es difícil sobrevivir.

Marco Rodríguez denuncia la deshumanización ante el fenómeno migratrorio, el trato a los menores que llegan solos a los que, despectivamente, se llama MENAS, o  una narrativa que liga la falta de seguridad con la presencia de personas que migran.

En una población envejecida, donde no hay relevo generacional, “África nos está ofreciendo lo más granado de su población, las personas jóvenes que tienen capacidad para formarse, que tienen capacidad para trabajar muchos años. Yo creo que cualquier país inteligente vería en eso una oportunidad y no un peligro”.

 

Homenaje y comunidad

Marco Rodríguez, en el Centro Insular de Juventud
Marco Rodríguez, en el Centro Insular de Juventud

Para concluir, el presidente de Entre Mares recordó la acción comunitaria impulsada recientemente para recuperar el diálogo y el papel esencial de la comunidad, y tener presente que han transcurrido 25 años desde el primer naufragio constatado en la ruta canaria, que daba inicio hace tres décadas.

Tres décadas en las que profesionales como los periodistas Nico Castellano y Pepe Naranjo, el foto periodista Juan Medina, el cámara Gerardo Jorge, la responsable de Comunicación de Open Arms, Laura Lanuza, o el presidente de la Federación de Asociaciones Africanas en Canarias han sido fundamentales para narrar los hechos visibilizar un drama ante el que “no podemos quedar impasibles”.

Entre Mares quiso reconocer su labor entregándoles una obra del escultor Pau Valverde.

También quiso distinguir al periodista majorero Eloy Vera a quien la asociación quiso agradecer su buen hacer y rigor.