COMUNICADO DE PRENSA | El equipo de Asamblea Majorera – Coalición Canaria Fuerteventura sigue trabajando por el cierre del Campo Nacional de Maniobras y Tiro de Pájara (CMT) por tratarse de un espacio de alto valor ambiental, histórico y etnográfico, y refuerzan su propuesta de convertirlo en el primer Parque Nacional de Zonas Áridas en Europa. “Debemos proteger nuestro patrimonio”, argumentan.
En respuesta al reciente comunicado emitido por el Mando de Canarias, en el que se anuncia una reducción en las maniobras militares debido al inicio de la etapa de migraciones de otoño y pre-invernada de aves, la organización sentencia que esta medida representa solo “un espejismo como solución al alto impacto medioambiental de la presencia militar en la zona”.
“Este anuncio de ‘alto al fuego’ durante el paso de aves migratorias, viene a reconocer el efecto perjudicial de las maniobras sobre el territorio, y, especialmente su afección a la fauna y flora de Fuerteventura”, añaden desde AM-CC.
En la citada comunicación se informa de que el Batallón de Zapadores de la Brigada Canarias (XVI) ha iniciado obras de reparación y acondicionamiento de viales en el campo de tiro de Pájara para “aumentar la seguridad vial y reducir el impacto ambiental, siguiendo principios de la red Natura 2000”, y, a su vez, se señala que se evitarán los desplazamientos de coches y se priorizarán los traslados en helicóptero.
“Han avanzado que se priorizará el uso de helicópteros para mover piezas de artillería y vehículos, lo que no nos da ninguna tranquilidad”, señalan desde AM-CC. Según el informe ‘Impacto con aves, un riesgo común con particularidades locales’ de la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA) del Gobierno de España, “los impactos de ave en helicópteros son especialmente comunes debido al hecho de que estas aeronaves tienden a operar principalmente a baja altura”.
Dicho informe también advierte de que “los helicópteros tienden a alterar a las bandadas más que las aeronaves de ala fija”, alertan desde la organización política. Además, los aterrizajes y despegues fuera de aeropuertos o en las proximidades de Zonas de Fauna Sensible también suponen un riesgo al perturbar a las aves que allí se encuentran, debido a que algunas bandadas migratorias que se encuentran descansando o en fase de migración pueden reaccionar de forma impredecible. Para prevenir la situación, el estudio aconseja, además de los sobrevuelos a baja altura, por debajo de los 2.000 pies, los aterrizajes fuera de aeropuertos.
En el documento referido anteriormente, también se advierte que se debe evitar sobrevolar las reservas naturales, no solo para reducir la probabilidad de sufrir un impacto con ave, sino para la conservación del medio ambiente. Asimismo, se recomienda tener cuidado cuando se vuele a lo largo de ríos y líneas costeras, especialmente a baja altitud.
Dichas recomendaciones de la AESA ponen de manifiesto el impacto negativo que genera la presencia de aeronaves en la zona, un espacio que cuenta con muchas de las características reconocidas por el informe, como ser una reserva costera o de fauna sensible, por tanto, esto pone de manifiesto el perjuicio que esto podría generar en las migraciones esperadas para esta temporada.
“Llevamos más de 45 años de lucha para que se efectúe el cierre del campo de tiro de Pájara, el Ministerio de Defensa sigue sin tomar cuenta del asunto”, señalan desde AM-CC. Respecto a ello, desde la organización política valoran que esta comunicación revela que el cuerpo conoce el impacto que supone la presencia militar, y, especialmente, las maniobras. “La única solución para salvaguardar la fauna y la flora majorera de la zona es desmilitarizar la zona y cerrar de forma definitiva el campo de tiro”, sentencian desde la organización política majorera.
“Este anuncio solo supone un parche de cara a la galería con el fin de blanquear la alteración ambiental que supone la presencia del campo de tiro en el perímetro y, de esta forma, contribuir a que se sigan permitiendo las maniobras militares en la zona”, reivindican desde AM-CC. Además, “en el propio comunicado emitido por el ejército, reconocen que se trata de una de las zonas más protegidas de la isla”, argumentan.
Por otro lado, desde Asamblea Majorera – Coalición Canaria Fuerteventura critican el desconocimiento sobre la zona que demuestran en su comunicación el Mando de Canarias, en la que se insinúa el futuro posible desarrollo turístico del terreno, según dicen, “en algunas generaciones”.
El partido se ha visto en la obligación de desmentir este futurible uso turístico, y recuerda que desde la organización política se está trabajando para convertir la zona oeste de la isla, en la que se encuentra inmerso el CMT, en el primer Parque Nacional de Zonas Áridas de Europa, con el fin de proteger y preservar el espacio como parte fundamental del patrimonio de la isla”.
“Se trata de una zona de baja antropización, por lo que el objetivo, nunca ha sido la expansión del turismo, sino conservar nuestro patrimonio al amparo de este parque”, reiteran desde la organización nacionalista, subrayan desde el partido.
Un lugar de alto valor patrimonial: donde la naturaleza y la historia se abrazan
La costa oeste de Fuerteventura es rica por su diversidad en especies y por preservar, casi intacta, el paso del ser humano en la isla. El lugar que ocupa actualmente el Campo de Tiro fue cedido a las Fuerzas Armadas desde 1975 como espacio de entrenamiento militar, y “usurpado para el resto de la población al que le ha prohibido transitar la zona”, consideran desde AM-CC.
El perímetro se compone de 4.205 hectáreas, en las que confluye la mayor parte de endemismos canarios y majoreros de fauna y flora de la isla. Además, se trata de un escenario importante en la migración de aves que pasan por la isla en su travesía entre Europa y África.
Allí conviven más de 43 especies del reino animal, una cifra que aumenta con la aparición de aves migratorias, y en cuanto a flora, se han llegado a contabilizar hasta 115 especies de plantas vasculares, además del chaparro canario, así como los únicos balos encontrados en Fuerteventura.
A su vez, el emplazamiento cuenta con un alto valor antropológico, este lugar también ha sido testigo histórico de costumbres prehispánicas como el pastoreo del ganado de costa, que salpica su extensión de gambuesas, o restos arqueológicos; así como también parte de la historia más reciente de Fuerteventura, como ocurre en el caso de los mareantes o mariantes de la costa oeste de la isla.