El anuncio del Mando de Canarias de suspender temporalmente las maniobras militares en el campo de tiro de Pájara por el paso de aves migratorias ha reavivado la histórica reivindicación para cerrar esta instalación militar en Fuerteventura y para declarar en la zona oeste de la isla el Parque Nacional de Zonas Áridas.
Tras la noticia publicada en el medio digital Voz Pópuli, la pasada semana reaccionaba Asamblea Majorera – Coalición Canaria, refrendando en un comunicado su intención de trabajar por el cierre del Campo Nacional de Maniobras y Tiro de Pájara (CMT), y defendiendo la protección de ese espacio dentro del futuro parque nacional.
Desde AM-CC, interpretan el gesto del Mando de Canarias como un reconocimiento explícito de los efectos perjudiciales de las actividades militares sobre la fauna y flora de la isla. Mario Cabrera, presidente del Cabildo de Fuerteventura en los años que la institución impulsó el expediente de Parque Nacional de Zonas Áridas, y en este momento diputado en el Parlamento de Canarias, atiende a Fuerteventura Digital para explicar sus posiciones.
Mario Cabrera, diputado por Fuerteventura en el Parlamento de Canarias
Se ha publicado que los estamentos militares adoptan medidas medioambientales en el campo de tiro, y CC-AM responde con críticas. ¿Por qué?
Son grandes luchas en Fuerteventura desde hace 45 años, las del pueblo, los colectivos y las instituciones de la isla, diciendo que no al robo, al secuestro del suelo de Fuerteventura para el campo de tiro más grande de Europa. Y por otro lado, una apuesta por la defensa del territorio que es la propuesta del Parque Nacional en la zona oeste, que abarca cuatro municipios, y que en el primer estudio, el Campo de Tiro de Pájara quedaba dentro.
Ahora, con esta noticia, el Mando de Canarias viene a reconocer que, efectivamente, hay altos valores naturales a proteger en esa zona y avala, entendemos, la propuesta que el Cabildo hizo en su momento de que eso sea un parque nacional de zonas áridas. Son, por tanto, dos grandes luchas en las que hay que seguir: No al campo de tiro más grande de Europa en Fuerteventura, devolviendo el suelo a sus propietarios, e incluir esos suelos en la propuesta del Parque Nacional para su protección.
Repasando la hemeroteca de años atrás, siendo Mario Cabrera presidente del Cabildo, fue que se inició el proyecto de parque nacional. En su momento, varios partidos se opusieron. ¿Qué ha cambiado para retomar ahora la propuesta?
Es cierto que hubo oposición, pero hubo una demagogia clara de Nueva Canarias, el PP y una parte del PSOE. Entonces no era una propuesta como tal. Lo que se hizo fue un estudio en base a las conversaciones que habíamos mantenido con el secretario de Estado de Parques Nacionales del Ministerio de Medio Ambiente. Ese estudio contenía desde la isla de Lobos, las dunas y toda la zona oeste de Fuerteventura, dejando fuera los núcleos de población como El Cotillo, Los Molinos, Ajuy… Se trataba de estudiar, porque entendíamos que ahí se concentran todos los valores de la zona estepárica más importante de la isla, porque esa es la modalidad de Parque Nacional que se plantea.
Aquello se quiso confundir con que queríamos proteger toda la isla, que no íbamos a dejar pescar o cazar. Nada más lejos de la realidad. Todo eso se fue concentrando en distintos estudios que se fueron enviando a la Consejería, y con reuniones en la isla con el secretario de Estado de Parques Nacionales. Fuimos avanzando desde 2007, hasta una primera propuesta en 2012, con un acuerdo plenario que ya tenía una propuesta que se mandó a la Consejería de Medio Ambiente del Gobierno de Canarias. Nos hicieron algunas correcciones de errores en la cartografía, y en esa línea se fue avanzando hasta diciembre de 2014.
Yo estuve de presidente hasta junio de 2015, y recuerdo estar enviando nueva documentación al Gobierno de Canarias, porque nos decían que para ser Parque Nacional tenía que tener una continuidad. En principio, no veían que el campo de tiro pudiese estar dentro, y esa continuidad había que darla por el mar.
Pero eran únicamente propuestas y estudios que se han puesto sobre la mesa, y será ahora en el debate entre el Gobierno de Canarias, el Ministerio y el Cabildo, donde se tendrá que decir qué espacio abarca ese futuro Parque Nacional.
¿Qué ha pasado para que diez años después vuelva a la palestra la propuesta de Parque Nacional?
Entre 2015 y 2019, como diputado del Parlamento, hice una pregunta sobre el estado del expediente. La respuesta fue que el expediente estaba incompleto. Creo que hubo una cierta parálisis, por no decir parálisis total, en la Consejería de Medio Ambiente del Gobierno de Canarias, y poco empuje desde el Cabildo de Fuerteventura en los últimos años también.
La amenaza de las tierras raras y la advertencia del Mando de Canarias, diciendo que tienen que hacer un alto a sus maniobras porque hay un paso de aves migratorias, vuelven a constatar una realidad que algunos defendíamos desde 2004, que estamos hablando de una zona de alto valor natural, y por lo tanto estamos en la obligación de defenderla todas las fuerzas políticas y la sociedad en general. Y recordemos, también hay un acuerdo unánime en el Parlamento de Canarias para impulsar esa propuesta de Parque Nacional.
En un contexto internacional inestable, y que genera mucha incertidumbre, ¿se refuerza el mantenimiento del campo de tiro como un espacio de interés para la defensa y de uso exclusivamente militar?
En esta vida hay que actualizarse. La inteligencia artificial ha llegado para quedarse, y hoy las grandes inversiones que estamos viendo desde el Ministerio de Defensa van más en la línea de la investigación o la industria aeroespacial, que en el choque de trenes y de personas en territorio.
Es decir, el campo de tiro de Pájara cada día va a tener menos uso, porque las guerras están más tecnificadas. Y yo no digo que no hagan falta los entrenamientos, pero ya hay una parcela militar muy importante en El Matorral. Fuerteventura ha sido solidaria con Europa durante 45 años aportando un campo de tiro, y creo que es el momento de devolverlo e incorporarlo a la propuesta de Parque Nacional.
¿Qué tendría que pasar, o cuál sería el siguiente paso, para que el Parque Nacional volviera a reactivarse realmente?
Que el Gobierno de Canarias, a través de la Viceconsejería de Medio Ambiente, retome el expediente donde se quedó, que creo que fue en 2017. Ver qué es necesario actualizar, y a partir de ahí, ir de la mano con el Cabildo al Ministerio para exigir esa propuesta de Parque Nacional.